sábado, 24 de agosto de 2013

Capítulo 4. Conociendo a la suegr... digo, a su madre.

-Déjame entrar en tu corazón-
-No lo sé, he sufrido mucho-
-Yo jamás te haré sufrir-
-Prométeme que nunca lo harás-
-Te lo prometo-
Y yo lo besé. Lo besé porque había algo dentro de mí que decía “Debes besarlo” “Debes ser feliz” y si quería ser feliz debía arriesgarme.


Capítulo 4





-Bill, ¿Cómo es posible que la bebe pueda dormir con tanta bulla?-
Nos encontrábamos en la habitación de Dafne luego de lo que pasó en el jardín. Bill preguntaba el nombre de la persona que me había hecho daño pero yo preferí no hablar de él ya que él pertenece a mi pasado.
-Tiene el sueño pesado al igual que Tom- Sonrió.
-¿Cuántos meses tiene?-
-Cinco-
-¿Cómo es que su madre la pudo abandonar?-
-Desde que supo que estaba embarazada quiso abortar pero Tom no lo permitió- Hizo una pausa larga. –Tom la adora, es la luz de sus ojos. Por ella cambió.-
-Es cierto…-
Ambos giramos nuestras miradas hacia la puerta y ahí estaba el orgulloso padre de Dafne.
-¿Hace cuánto que estabas ahí parado?- Preguntó Bill.
-No mucho, lo suficiente.- Se acercó a su bebe y la cargó.
-No la muevas mucho que se despertará- Habló Bill en susurro.
-Te ves adorable cargando a tu hija Tom- Le dedique una sonrisa.
-Lo sé-
-¿Tomaste mucho?- preguntó Bill.
-Solo un par de vasos, no tenía ganas y ya me estaba aburriendo ahí abajo.-
-Leo si está tomando demasiado ¿Verdad?- Pregunté.
 -Esta ebrio y creo que su chica ya se fue pero él sigue abajo-
-¿Sophia ya se fue? Estoy segura que este animal le hizo algo-
-Coqueteo con una chica, es más, le tocó el trasero cuando Sophia estaba sentada al lado suyo. Sophia se paró de ahí y no la volví a ver – Relataba lo que había pasado mientras volvía acostar a la pequeña Dafne en su cuna.
-Creo que ya debería irme-
-Aún no por favor, necesitamos hablar-
-¿Me perdí de algo?- Dijo Tom algo confundido
-Es una larga historia Tom- Le dije. –Vamos- Bill cogió mi mano y me llevó a lo que supuse era su habitación.
Era casi tan grande como la mía. Estaba en perfecto orden.  Luego me guió hasta uno de los muebles e hizo que yo me sentara primero seguido de él y me miro a los ojos.
-¿Por qué no me dices el nombre de esa persona?-
-Porque simplemente él es mi pasado-
-Quiero conocerte mejor... ya sabes antes de empezar una relación-
-Yo pienso igual, no quiero volver a sufrir, no más- Mis ojos ardían. Una lágrima cayó por mi mejilla.
-No llores por favor- Bill limpió mi mejilla. –Confía en mí, puedes contarme todo-
-Fue hace meses, cuando yo era novia del capitán del equipo de futbol de mi colegio, estaba cegada por el amor que decía tenerme, pero él me fue infiel con una porrista rubia y hueca- Había sonreído, algo que no solía hacer cuando contaba esta historia. –Yo me enteré después de un mes que él se había revolcado con ella.- Hice una pausa larguísima después de haber suspirado. –Él vino con excusas que casi yo creo pero por mi mente rondaba las fotografías. Él intento besarme pero le di una bofetada. Desde ese día no lo veo- Al finalizar el relato mis mejillas estaban siendo acariciadas por las suaves manos de Bill.
-¿Puedo preguntar cómo se llama?-
-¿Por qué te interesa tanto su nombre?-
-Solo curiosidad-
-Nathan…-
-Oh…- Hizo una larga pausa. –Gracias–
-¿Por qué?-
-Por contarme sobre lo doloroso que fue esa parte de tu historia, lo aprecio mucho.- Y se acercó para darme un beso tierno al que yo no rechace.
Fue lindo, pero teníamos que separarnos.
-Bill, me tengo que ir.-
-Y yo que quería seguir hablando contigo- Se puso algo triste, lo noté en su mirada.
-Y yo igual, pero debo saber que hizo mi hermano.-
-¿Podrás llevarlo a casa?-
-¿Me ayudarías?-
-Solo si te quedas un ratito más-
-OK entonces iré a pedir ayuda a Tom- Me paré pero sentí brazos alrededor de mi cintura.
-Le diré a Tom que nos ayude, yo solo no puedo- Y fuimos a la habitación de la bebe que por cierto ya había despertado. Tenía unos lindos ojos color avellana.
-Hola bebe- Ella solo me miró y luego a Tom. –Es muy linda-
-Claro, si se parece a mí- Egocéntrico. Solo role los ojos.
-No, es más linda que tú- se burló Bill.
-Pues es obvio que es más linda que yo, tonto-
-Ya no se escucha la música, quizás ya se hayan ido la mayoría de personas- Dijo Bill.
-Mamá llegó y hecho a todos, excepto a tu hermano. Él está en la habitación de visitas-
-¡¿Mamá llegó?!- Gritó Bill.
-No grites tarado que asustarás a mi hija.-
-Oh lo siento- Dijo apenado. –Entonces te quedarás- Me dijo Bill con seguridad.
-Lo mejor será que regrese por Leo mañana- Dije arruinando el plan de Bill.
-Quédate, hay habitaciones vacías o si prefieres la cama de Bill es grande- alzo las cejas y Bill le dio un lapo en la cabeza y acto seguido la bebe empezó a reír.
-¡Auch!- Miró a Bill y luego a la bebe –Eres malvada hija mía, ríes por mi dolor- Le dio un beso en su rosada mejilla. –Te amo Dafne-
-¿Y cómo está mi nieta adorada?- giramos los 4 incluida Dafne. La mujer era, más que obvio,  la mamá de Bill y Tom. Se acercó y cargo a Dafne. – ¿Por qué no me avisaron que iban a hacer una fiesta? Me hubiera llevado a Dafne conmigo.- 
-¡Mamá!- Gritó Bill.
-Cállate tarado- Le repitió Tom.
-Sin peleas por favor- Dijo la madre de ambos. –Mejor díganme quién es esta linda señorita-
-Mamá ella es…-
-Soy (Tn), un gusto señora.- Dije interrumpiendo a Bill.
-Ella es nuestra vecina del frente.- Agregó Tom.
-Oh… Eres la nieta de Karl.- (Digamos que así se llama tu abuelo)-
-Sí, lamentablemente falleció.- Dije con tristeza.
-Karl era como un padre para mí.- Dijo con tristeza también.
-Lo sé, viví mi infancia junto a mi abuelo.-
-Por cierto, ¿El chico que está en la habitación de visitas es tu hermano?-
-Sí, pero ya lo llevo a mi casa, solo venía a pedir ayuda a Tom-
-No hay ningún problema que se queden.-
-Oh… gracias señora- Dije algo apenada
-Por favor, dime Simone-
-Gracias Simone- Me corregí
Sin darnos cuenta Bill tenía entrelazada su mano con la mía, a lo que Simone comentó sobre esta actitud. 
-Ustedes son…-
-Novios- Completo Tom los pensamientos de su madre riéndose.
-Ah… no- Respondí con seguridad, Bill no me pidió que yo fuera su novia, solo conocernos.
-Nos estamos conociendo- Dijo Bill.
-Serían una linda pareja- Dijo Simone mientras que yo estaba muriéndome de la vergüenza.
-¡MAMÁ!-  Bill también estaba rojito.






 Y yo aquí de nuevo, lamento MUCHÍSIMO la demora y espero que les guste el capítulo.
PD: No se olviden de comentar.



domingo, 31 de marzo de 2013

Capítulo 3. Confesiones.

Salí de la piscina y fui a mi habitación, miré por una la ventana que daba hacía el patio trasero y la vista era muy hermosa, me enamoré del atardecer que presenciaba en ese momento, luego miré por la ventana que daba hacia la calle para ver si regresaba Leo ya que pasó 3 horas desde que salió pero vi a los vecinos salir de la mansión en donde vivían, allí estaba Bill junto a un chico que supuse que era su hermano, luego vi a Leo llegar pero cuando iba a entrar Bill estuvo hablando con él. OK, hablaremos de esto después.

Capítulo 3.



Luego escuché la puerta principal cerrarse y luego de unos minutos la puerta de mi habitación sonó, abrí y era Leo tal y como lo supuse.
-¿Qué pasó hermano?- Dije alzando una ceja.
-Hey! ¿Y lo de hermanito?- Dijo ofendido, creo.
-OK, hermanito- Dije agarrando una de sus mejillas y apretándola fuertemente.
-¡Auch! Duele- dijo sacando suavemente mi mano.
-Ay no seas niñita- Le dije en forma de burla, me gusta hacerlo enojar – ¿A qué viniste?-
-A fregarte la noche- y sin más decir entro a mi habitación y tomó asiento en uno de los muebles.
-Hey! Nadie dijo que podías pasar- Le reclamé.
-Ya lo hice- Dijo riéndose y tocando cada cosa que veía.
-Oye no toques nada- Dije a la vez que le quitaba cada cosa que agarraba, es todo un travieso pero es mi hermano. –Qué te parece si mejor me dices que hacías hablando con Bill-
-¿Bill?- Si claro hermanito hazte el que no sabe.
 -Sí, Bill ¡Ay no finjas que no lo conoces!-
-Solo hablé con el vecino ¿Se llama Bill?- OK creo que al chico se le olvidó presentarse.
-Sí, él se llama Bill así que quiero saber qué estuviste hablando con el-
 -Sobre la fiesta del sábado, me preguntó si yo iría y le dije que si.-
-¿Solo eso?- Vaya que gran tema de conversación.
 -Así es, hermanita- Se rió.
-Oye enano, soy mayor que tu-  Le saqué en cara la GRAN diferencia de edad.
-Solo son dos años hermanita.- Joder y sigue llamándome hermanita.

Hoy era sábado y con ella el día de la fiesta, quizás no vaya a las 8 como me dijo Bill. Baje las escaleras aún en pijama –unos pantalones holgados y una polera pegada- para dirigirme a la cocina, tenía demasiada hambre por las mañanas. Como siempre estaba mi madre junto a Esmeralda y Sophia.
-Buenos días mami, señora Esmeralda y Sophia- Les dediqué una sonrisa de Colgate.
-Buenos días hija- Dijo mi mami, era una mujer demasiado linda y demasiado joven para tener dos hijos ya adolescentes.
-¿Qué quieres para desayunar?- Me preguntó la señora Esmeralda muy amable.
-Oh, no lo sé, ¿Waffles?- Dije algo tímida, todavía no me relacionaba con nadie de aquí salvo Bill.
-Oh vamos que no muerdo- sonreí.
-Waffles está bien.- Le dedique una cálida sonrisa y ella también.
-Tu hermano aún no se levanta- Dirigí la mirada hacia mamá.
-Debe estar durmiendo, aún es muy temprano-
 -¿Bromeas?- La miré con una cara de duda. -Son las 11 de la mañana-
-¿¡Qué!?- Y quedé atónita, siempre me levantaba a las 9 de la mañana y el día anterior dormí temprano, más de lo usual. –Ya voy a despertarlo- Y sin más que decir subí las escaleras y me dirigí a su habitación, sin previo aviso entre y pude oírlo decir el nombre de una chica casi balbuceando pero logre oírlo. Digo Sophia… Esperen un momento, ¡Sophia! Bueno la única Sophia que conozco es la hija de Esmeralda. Sophia y yo habíamos cruzado palabras algunas veces, pero no sé si Leo y ella tengan algún acercamiento.
-¡LEO LEVÁNTATE!-  Grité y Leo se cayó de la cama.
-¡Auch!- se sobaba la cabeza. -¿Qué hora es?- Preguntó con voz adormilada aún
-Las 11 de la mañana- Y él volvió a subir a la cama volviéndose a cubrir.
-Aún es muy temprano-
-Levántate que es muy tarde- Pero nada seguía en la cama con las sábanas encima. OK será por las buenas o por las malas.
Fui al baño, agarre un recipiente y lo llené con agua, ya después fui a la cama de Leo y ¡SPLASH!
-¿¡Qué tienes!? ¿¡Estás loca!?- y se paró de inmediato.
-A desayunar- sin más que decir salí de su habitación y bajé a la cocina.
-¿Qué fue eso?- Papá estaba abrazando a mamá por la espalda, muuuuuyyy acaramelados.
-Leo se despertó- Dirigí mi mirada hacia Sophia y ella volteó inmediatamente.
-¿Otra vez con agua?- Asentí.
***
Eran las 6 pm. , dentro de dos horas sería la fiesta en la casa de mis vecinos. Pero pienso ir alrededor de las 9 o 10. Un sonido me saco de mis pensamientos, la puerta.
-¡(Tn)!- Odioso Leo que viene a molestar.
-¿Qué pasó?- Grité mientras me dirigía a la puerta.
-¿A qué hora piensas ir?- Abrí la puerta.
-Alrededor de las 9 ó 10 pm.- Y en ese instante por el pasillo iba pasando Sophia.
-¿Me dejas pasar?- Abrí la puerta y pasamos ambos.
-Bien, supongo que quieres decirme algo en privado sin que NADIE nos escuche- Remarqué bien el “nadie”.
-Es sobre…- y no lo dejé terminar.
-Sophia ¿Verdad?- Y me miró sorprendido. -No me mires así que te escuché decir “Sophia” cuando dormías. Dime ¿Es ella?-
-Si- dijo soltando un suspiró largo. Y fue cuando le tiré un golpe no tan fuerte en la cabeza.
-Y recién tienes el descaro de contármelo-
-Iba a decírtelo, pero aún nos estamos conociendo.- Y volví a pegarle. –Para que duele- Se quejó.
-Pues te mereces eso y más por no haberme contando- Me hice la ofendida. –Pero lo hecho esta hecho ¡No la hagas sufrir!- Y recibí un gran abrazo.
-Gracias, gracias, ¡GRACIAS! – Y luego me soltó –Solo una última cosa-
-Dime-
-¿Ella puede ir con nosotros?- Pensé y era una buena oportunidad para poder conocer a mi “cuñadita” pero me gusta hacer sufrir a Leo.
-¡NO!-
-¡Por favor!- Eso, ruega más hermanito.
-¡Que no!-  
-¡POR FAVOR! Hazlo por este tonto enamorado- Ok ya te hice sufrir mucho.
 -OK. Ya que insistes, pero iremos a las nueve-
-¡Gracias! Eres la mejor hermana – “Y tú, el mejor hermano” pero no quería decírselo.
-Sí, ya lo sabía-
-Tú y tu ego- Y se fue de mi habitación.
Bueno como era las 6 debía alistarme, ya luego tendría tiempo para hablar con Sophia. Demoré como hora y media arreglarme el cabello, tanto así que miré hacia el reloj y eran las ocho y media, sentía la música proveniente de la fiesta. Ya casi a las nueve bajé. Y al pie de las escaleras estaban los tortolitos agarrados de la mano.
-Te ves linda hermanita-
 -Gracias feo- y Sophia se rió bajito
-Hey!- Me dijo y luego se dirigió a Sophia –Y tú no te rías- le dio un piquito.
-¿Nos vamos?-
-Claro- Y yo salí primero seguida por este par de tortolitos.

Caminamos hasta la casa de Bill, y yo toque el timbre, en eso un chico con trenzas nos abrió la puerta, entonces hablé.
-Disculpa, ¿Está Bill?-
-Claro, pasen- Y le hicimos caso al sujeto. Había mucha gente y el volumen de la música estaba a full por lo que debíamos de gritar- ¡Bill!-
Y de la nada apareció Bill.
-Hola (Tn)- Y nos saludamos con un beso en la mejilla.
-Te presento a mi hermano y a mi cuñadita- Vi como Sophia se sonrojó.
-Hola – Dijo con una sonrisa encantadora. –Y este tonto es mi hermano Tom- Señalo al tipo de trenzas.
Después de presentarnos entre todos nosotros y de que Tom le sacara en cara la diferencia de edad, nos sentamos en unos muebles. La mayoría estaba bailando y tomando alcohol. Yo detesto el alcohol así que solo bebía agua y creó que Sophia también. Leo si estaba tomando junto a Tom. Bill había desaparecido hace unos minutos.  Le pregunté a Tom dónde quedaba el baño y me mando a la segunda planta de la casa.
Subí las escaleras y caminé por el pasillo que me dijo Tom, pero veo una luz proveniente de una habitación con la puerta abierta, la curiosidad estaba matándome así que me acerqué un poco y a pesar del ruido que había por toda la casa logré escuchar un llanto, esperen… ¿Un llanto?
Era el llanto de un bebé, así que me acerqué más a la puerta y logró ver a Bill, así que decidí hablar.
-Hola- Y él volteó inmediatamente hacia mí- ¿Es tu hija?
-¿Ella?- Suspiró -¿Cómo llegaste a parar aquí?-
-Quería ir al baño pero la curiosidad me mato al ver la única habitación con la luz prendida-  
-Pasa- Y le hice caso para luego ver a la pequeña.
-¿Puedo?- Le dije para poder cargarla.
-Claro- Y paso a la bebe por mi regazo y yo me senté en un mueble que había en la habitación
-¿Cómo se llama?- Pregunté curiosa.
-Dafne-
-Lindo nombre- Miré a la pequeña y ella a mí.
-Lo sé- Dijo mirando a la bebe con una sonrisa de oreja a oreja.
Esperamos hasta que se quedó dormida y luego la acosté en su cuna.
-(Tn)… -
-Dime- Dije casi susurrando para que la bebe no se despertara.
-¿Podemos hablar en otro lugar?- Dijo tímido.
-Claro ¿Dónde?-
-En el jardín trasero-
-Vamos- Y me tomó la mano y me dirigió hacia el jardín. Aun la fiesta no terminaba y creo que no terminará hasta el amanecer.
Cuando estábamos ya ahí me llevo hasta una banca que había cerca de su piscina.
-Bien, de qué querías que hablemos- Le dije mirándolo con algo de nerviosismo. – ¿Es sobre tu hija?- Hizo una cara de asombro.
-Dafne no es mi hija-
-¿Ah no?- Todo esto estaba empezándome a confundir. –Entonces de quién es-
-De Tom- Suspiró un poco antes de decírmelo.
-¿Y la mamá de Dafne?-
-La abandonó, ella era una modelo con la que Tom se metió-
-Pero Tom está ahí adentro bebiendo como si no tuviera responsabilidad de su hija- estaba empezando a alterarme.
-Cálmate- Lo hice. –Tom hizo esta fiesta porque yo se lo pedí- OK no entiendo nada.
-¿Cómo?-Estaba volviéndome a alterar -Estas diciéndome que esta fiesta no estaba planeada cuando chocamos -
-Solo quería pasar tiempo a solas contigo-
-¿Por qué?- Ojalá no sea lo que estoy pensando.
-Porque quería conocerte, esa vez que chocamos no tuvimos tiempo. Desde que llegaste a la mansión llamaste mi atención- Bill se estaba poniendo muy nervioso y yo igual.
-¿Desde el día que vine a vivir a este país? ¿Acaso estuviste acosándome desde que llegué?- Se rió.
-No, casualmente estaba mirando hacia la nada y el sonido de una camioneta llamo mi atención y luego bajo una bella dama-
-¿Mi mamá?-
-No tontita, tú- Y tocó mi nariz. –Sabes es muy prematuro para decir esto pero-
 Lo interrumpí
-Espera, nosotros apenas nos conocemos.- Vi en sus ojos un brillo especial.
-Lo sé, por eso quiero que nos conozcamos-
-Bill…-
-Por favor…- Se acercó peligrosamente más a mis labios.
-No Bill…- Y me paré de ahí. –No puedo-
-Pero por qué- También se paró. – ¿Alguien te hizo daño?- Solo guardé silencio. –Dime quién fue-
-Prefiero no hablar de él- Agaché la cabeza. –No vale la pena- Y me di vuelta para entrar a la casa.
-Espera- Agarro mi mano e hizo que nuestros labios se juntaran.
Fue un beso que al principio por lo repentino no reaccioné pero luego le correspondí, fue algo que después de tanto tiempo no sentía. Aquellas mariposas en mi estómago volvieron a revolotear de nuevo. Sentía algo por Bill pero no estaba segura si quería volver a enamorarme y menos sufrir.
Nos dejamos de besar y juntamos nuestras narices. Yo miraba hacia el piso y él hizo que lo mirara a los ojos.
-Déjame entrar en tu corazón-
-No lo sé, he sufrido mucho-
-Yo jamás te haré sufrir-
-Prométeme que nunca lo harás-
-Te lo prometo-
Y yo lo besé. Lo besé porque había algo dentro de mí que decía “Debes besarlo” “Debes ser feliz” y si quería ser feliz debía arriesgarme.


Espero les guste y comenten please.
PD: Disculpen la demora.

lunes, 18 de febrero de 2013

Capítulo 2. Vecinos.

Después de ese día todo transcurrió normal, mis tíos se enteraron de todo y estaban de acuerdo ya que cada uno tenía un negocio y no querían descuidarlo. Después de pasado una semana en Alemania decidimos que nos quedaríamos a vivir en la casa del abuelo, si, aún no acostumbro a decir MI casa. Un lunes en la tarde decidí salir a despejarme de todo esto que pasó repentinamente. Salí de la mansión y me dirigía a la plaza pero iba tan distraída que choqué con alguien.


-¡Auch!- Se quejó aquella persona.

Capítulo 2



-Auch- Se quejó aquella persona.
-Lo siento- Dije sin mirarlo.
-No importa, para la próxima procura mirar mientras caminas- Me dijo algo amable.
-Lo tendré en cuenta- Dije mirándolo y quedé sorprendida, era un chico bien simpático. Luego pensé “Qué demonios estoy pensando” –Bueno adiós- 
-Un momento, ¿tú eres la chica que vive en la mansión? – Me dijo algo sorprendido
-Si- Dije algo sin importancia. – ¿Pasa algo con la mansión? ¿Algún fantasma?-      
 -No- Dijo riendo. - Solo que yo vivo al frente-
-Ah entonces somos vecinos- Dije normal.
-Soy Bill- Dijo amablemente presentándose.
-(Tn)- Dije amablemente también. –Nos vemos luego- Dije para seguir con mi camino hacia la plaza, pero siento que alguien toma mi brazo.
-¡Espera!- Dijo él y luego lo miré para que soltara mi brazo y lo hizo.-Disculpa, pero mi hermano y yo haremos una fiesta el sábado y pues quería saber si… - Se quedó algo callado y luego dijo – si… si vendrías – Dijo muy tímido.
-¿Una fiesta? – Él asintió –Es que no sé si quiera ir a una fiesta- Si, las fiestas me hacían recordar a  Nathan. Fue en una fiesta donde lo conocí.

- Oh está bien- Dijo algo resignado. –Será para…-
-Aunque quizás podría ir con mi hermano- Lo interrumpí, me daba pena como se resignaba a mi respuesta.
-Genial- Dijo él con una inmensa alegría, raro.- La fiesta es en mi casa, la que está al frente de la tuya a las 8 - Asentí.

Luego nos despedimos con un beso en la mejilla, casi en la comisura de mis labios pero yo giré mi rostro, no sé qué pasa con este chico pero no dije nada, creo que estaba un poco avergonzado. Ya cuando siguió su rombo yo me dirigí a la plaza, vi una tienda de helados y compre uno. Luego me dirigí a un parque cercano de ahí, me senté en una banca que había allí y  recuerdos vinieron a mi mente.

Por otro lado Bill

¡Genial! Me encontré con la chica que se mudó a la mansión del frente, la había visto cuando llegó, yo estaba mirando por la ventana a la nada y en eso veo una camioneta de la cual descienden ellos, los nuevos vecinos, aquella chica que iba con ellos llamó mi atención inmediatamente, era tan linda, tan… perfecta. Cuando regresaba de la plaza choqué con alguien luego la miré y ¡Era ella! Luego la invité a la fiesta que “haríamos” mi hermano y yo.

-Tom, tenemos que organizar una fiesta para el sábado- Le dije a mi hermano mayor entrando a su habitación inesperadamente.
-¡Claro hermano! Espera un momento… ¿Desde cuándo te gustan las fiestas?- Dijo mi hermano interrogándome
-Es que hice una tontería – Le conté lo que pasó. – ¿Me ayudarás?- Lo mire suplicando.
-Está bien, solo porque me gusta hacer fiestas- Ay mi hermano… cuándo cambiará.

Mientras con (Tn)

Tanto tiempo había pasado desde que salí de casa, ya eran las 8 de la noche así que caminé de regreso a casa, en la reja de la mansión se encontraba mi hermano.

-¿Dónde te habías metido?-Dijo algo preocupado.
-No te preocupes Leo, solo fui a la plaza- Le dije algo serena.-Leo, ¿Quieres ir a una fiesta el sábado?-
-¿Fiesta? ¿Quién te invitó?- Dijo intrigado
-Los vecinos del frente- Le dije algo normal.- ¿Irás conmigo? – Le pregunté.
-¿Tú quieres ir? Mira que las fiestas te hacen recordar a él- Me dijo.
-Solo será una fiesta, además debo superarlo – Dije algo insegura.
-Te acompañaré enana- me dijo dándome un abrazo.
-Hey! No soy ninguna enana, enano – Le dije molestándolo.
-Bueno ya- Dijo separándose-Hay que entrar porque mamá y papá están preocupados también.
-¡Y recién me lo dices enano!, ya hubiera entrado hace uff…- Dije mirándolo algo serie y luego caminando hacia la mansión.
-Estas son horas de llegar jovencita- Dijo mi padre, tan joven y tan renegón.-Ni siquiera sabíamos que habías salido-
-Solo salí a la plaza- Dije serena, la verdad no me gustaba discutir y menos con mis padres.
-Debiste avisarnos- Dijo mamá también serena.
-Sí, no volverá a pasar- Dije mirándolos
-Eso espero- Dijo papá algo más sereno.
-Por cierto, los vecinos del frente harán una fiesta el sábado y pues Leo y yo iremos- Algo decía que mi padre se negaría, era algo celoso conmigo “la niña de sus ojos”.
-Por mi está bien, necesitas despejar tu mente- Dijo mi madre y luego miró a mi padre. – ¿Y tú que dices, amor?-
-No creo que sea…- Mi mami lo miró amenazadoramente.- Esta bien, pueden ir- Dijo resignado mi padre.
-Mamá, ¿Qué haces para que papá no te contradiga?- Dijo Leo.
-Simple. Soy una bruja y lo he hechizado- Dijo burlándose de Leo.
-Con esos lindos ojos-Dijo papá para luego besarla, ugh… Debía irme de ahí ¡ya!
 -Leo vámonos, y gracias por el permiso- Dije rápido, jale a Leo y subimos rápidamente hacia mi habitación.

-Hey! Por qué estamos aquí- Pregunto mi hermano para luego darse cuenta – ¡Ah! Por el beso ¿Verdad?-
-Es más que obvio tonto- Le dije molestándolo –Sabes que no me gusta que compartan saliva delante de los pobres- Y eso basto para que me pusiera triste, ¡Genial! Volví a recordarlo. ¿Tanto me costaba olvidar a Nathan? Mi hermano se dio cuenta de mi tristeza.

-Otra vez ¿Verdad?- Dijo Leo y yo solo asentí para que luego me diera un abrazo y yo me pusiera sentimental hasta que salió una lágrima y luego otra y otra.

Lloré en silencio, no quería que mis padres escucharan mi llanto, no quería preocuparlos. Después de un tiempo Leo me acomodo en la cama aun abrazándome. ÉL siempre será mi  protector. Yo me quedé dormida mientras el salió silenciosamente hacia su habitación.

Al día siguiente:

Como de costumbre me levanté y me dirigí al baño a darme una ducha, luego de 30 minutos salí y me puse algo cómodo, no quería salir a ningún lado. Bajé hacia la cocina y ahí se encontraba la servidumbre y mi mamá.

-Buenos días- Dije en voz alta para que todos me escucharan.
-Buenos días hija- Dijo mi mamá con una sonrisa y luego la cocinera junto a su hija. Por cierto sus nombres eran Esmeralda y Sophia respectivamente.
-Buenos días- Escuche a mi papá entrando a la cocina para luego acercarse a mi mamá y besarse.
-Buenos días mi amor- Le dijo ella, ¡Ag! Esto está muy meloso.

Ya más tarde decidí meterme a la piscina, Leo había salido y cuando le dije a dónde iba se puso nervioso, mucho diría yo y sabía perfectamente que se trataba de una chica, ojalá  no le haga lo mismo que me hizo Nathan porque si no lo mató. 

Estaba al borde de la piscina con los pies en el agua pensando sobre qué iba hacer con todo esto de la empresa. Ni bien cumpla dieciocho tendré que hacerme cargo pero no puedo sola. Había llevado un curso sobre administración de empresas en el colegio, pero no sé si podré manejarlo con solo eso. También me puse a pensar si me volveré a enamorar después de lo que paso hace 6 meses con Nathan, juré ese día que nunca abriría mi corazón para que así ya nadie pudiera lastimarlo, pero ahora pienso que algún día llegará por más que yo no quiera.

Salí de la piscina y fui a mi habitación, miré por una la ventana que daba hacía el patio trasero y la vista era muy hermosa, me enamoré del atardecer que presenciaba en ese momento, luego miré por la ventana que daba hacia la calle para ver si regresaba Leo ya que pasó 3 horas desde que salió pero vi a los vecinos salir de la mansión en donde vivían, allí estaba Bill junto a un chico que supuse que era su hermano, luego vi a Leo llegar pero cuando iba a entrar Bill estuvo hablando con él. OK, hablaremos de esto después.


Aquí el segundo capítulo, espero les guste y comenten mucho. Bye