Salí de la
piscina y fui a mi habitación, miré por una la ventana que daba hacía el patio
trasero y la vista era muy hermosa, me enamoré del atardecer que presenciaba en
ese momento, luego miré por la ventana que daba hacia la calle para ver si
regresaba Leo ya que pasó 3 horas desde que salió pero vi a los vecinos salir
de la mansión en donde vivían, allí estaba Bill junto a un chico que supuse que
era su hermano, luego vi a Leo llegar pero cuando iba a entrar Bill estuvo
hablando con él. OK, hablaremos de esto después.
Capítulo 3.
Espero les guste y comenten please.
PD: Disculpen la demora.
Capítulo 3.
Luego escuché la
puerta principal cerrarse y luego de unos minutos la puerta de mi habitación
sonó, abrí y era Leo tal y como lo supuse.
-¿Qué pasó
hermano?- Dije alzando una ceja.
-Hey! ¿Y lo de
hermanito?- Dijo ofendido, creo.
-OK, hermanito-
Dije agarrando una de sus mejillas y apretándola fuertemente.
-¡Auch! Duele- dijo
sacando suavemente mi mano.
-Ay no seas
niñita- Le dije en forma de burla, me gusta hacerlo enojar – ¿A qué viniste?-
-A fregarte la
noche- y sin más decir entro a mi habitación y tomó asiento en uno de los
muebles.
-Hey! Nadie dijo
que podías pasar- Le reclamé.
-Ya lo hice-
Dijo riéndose y tocando cada cosa que veía.
-Oye no toques
nada- Dije a la vez que le quitaba cada cosa que agarraba, es todo un travieso
pero es mi hermano. –Qué te parece si mejor me dices que hacías hablando con
Bill-
-¿Bill?- Si
claro hermanito hazte el que no sabe.
-Sí, Bill ¡Ay no finjas que no lo conoces!-
-Solo hablé con
el vecino ¿Se llama Bill?- OK creo que al chico se le olvidó presentarse.
-Sí, él se llama
Bill así que quiero saber qué estuviste hablando con el-
-Sobre la fiesta del sábado, me preguntó si yo
iría y le dije que si.-
-¿Solo eso?-
Vaya que gran tema de conversación.
-Así es, hermanita- Se rió.
-Oye enano, soy
mayor que tu- Le saqué en cara la GRAN
diferencia de edad.
-Solo son dos
años hermanita.- Joder y sigue llamándome hermanita.
Hoy era sábado y
con ella el día de la fiesta, quizás no vaya a las 8 como me dijo Bill. Baje
las escaleras aún en pijama –unos pantalones holgados y una polera pegada- para
dirigirme a la cocina, tenía demasiada hambre por las mañanas. Como siempre
estaba mi madre junto a Esmeralda y Sophia.
-Buenos días
mami, señora Esmeralda y Sophia- Les dediqué una sonrisa de Colgate.
-Buenos días
hija- Dijo mi mami, era una mujer demasiado linda y demasiado joven para tener
dos hijos ya adolescentes.
-¿Qué quieres
para desayunar?- Me preguntó la señora Esmeralda muy amable.
-Oh, no lo sé,
¿Waffles?- Dije algo tímida, todavía no me relacionaba con nadie de aquí salvo
Bill.
-Oh vamos que no
muerdo- sonreí.
-Waffles está
bien.- Le dedique una cálida sonrisa y ella también.
-Tu hermano aún
no se levanta- Dirigí la mirada hacia mamá.
-Debe estar
durmiendo, aún es muy temprano-
-¿Bromeas?- La miré con una cara de duda. -Son
las 11 de la mañana-
-¿¡Qué!?- Y
quedé atónita, siempre me levantaba a las 9 de la mañana y el día anterior
dormí temprano, más de lo usual. –Ya voy a despertarlo- Y sin más que decir
subí las escaleras y me dirigí a su habitación, sin previo aviso entre y pude
oírlo decir el nombre de una chica casi balbuceando pero logre oírlo. Digo
Sophia… Esperen un momento, ¡Sophia! Bueno la única Sophia que conozco es la
hija de Esmeralda. Sophia y yo habíamos cruzado palabras algunas veces, pero no
sé si Leo y ella tengan algún acercamiento.
-¡LEO
LEVÁNTATE!- Grité y Leo se cayó de la
cama.
-¡Auch!- se
sobaba la cabeza. -¿Qué hora es?- Preguntó con voz adormilada aún
-Las 11 de la
mañana- Y él volvió a subir a la cama volviéndose a cubrir.
-Aún es muy
temprano-
-Levántate que
es muy tarde- Pero nada seguía en la cama con las sábanas encima. OK será por
las buenas o por las malas.
Fui al baño,
agarre un recipiente y lo llené con agua, ya después fui a la cama de Leo y
¡SPLASH!
-¿¡Qué tienes!?
¿¡Estás loca!?- y se paró de inmediato.
-A desayunar-
sin más que decir salí de su habitación y bajé a la cocina.
-¿Qué fue eso?-
Papá estaba abrazando a mamá por la espalda, muuuuuyyy acaramelados.
-Leo se
despertó- Dirigí mi mirada hacia Sophia y ella volteó inmediatamente.
-¿Otra vez con
agua?- Asentí.
***
Eran las 6 pm. ,
dentro de dos horas sería la fiesta en la casa de mis vecinos. Pero pienso ir
alrededor de las 9 o 10. Un sonido me saco de mis pensamientos, la puerta.
-¡(Tn)!- Odioso
Leo que viene a molestar.
-¿Qué pasó?-
Grité mientras me dirigía a la puerta.
-¿A qué hora
piensas ir?- Abrí la puerta.
-Alrededor de
las 9 ó 10 pm.- Y en ese instante por el pasillo iba pasando Sophia.
-¿Me dejas
pasar?- Abrí la puerta y pasamos ambos.
-Bien, supongo
que quieres decirme algo en privado sin que NADIE nos escuche- Remarqué bien el
“nadie”.
-Es sobre…- y no
lo dejé terminar.
-Sophia
¿Verdad?- Y me miró sorprendido. -No me mires así que te escuché decir “Sophia”
cuando dormías. Dime ¿Es ella?-
-Si- dijo
soltando un suspiró largo. Y fue cuando le tiré un golpe no tan fuerte en la
cabeza.
-Y recién tienes
el descaro de contármelo-
-Iba a
decírtelo, pero aún nos estamos conociendo.- Y volví a pegarle. –Para que
duele- Se quejó.
-Pues te mereces
eso y más por no haberme contando- Me hice la ofendida. –Pero lo hecho esta
hecho ¡No la hagas sufrir!- Y recibí un gran abrazo.
-Gracias,
gracias, ¡GRACIAS! – Y luego me soltó –Solo una última cosa-
-Dime-
-¿Ella puede ir
con nosotros?- Pensé y era una buena oportunidad para poder conocer a mi
“cuñadita” pero me gusta hacer sufrir a Leo.
-¡NO!-
-¡Por favor!-
Eso, ruega más hermanito.
-¡Que no!-
-¡POR FAVOR!
Hazlo por este tonto enamorado- Ok ya te hice sufrir mucho.
-OK. Ya que insistes, pero iremos a las nueve-
-¡Gracias! Eres
la mejor hermana – “Y tú, el mejor
hermano” pero no quería decírselo.
-Sí, ya lo
sabía-
-Tú y tu ego- Y
se fue de mi habitación.
Bueno como era
las 6 debía alistarme, ya luego tendría tiempo para hablar con Sophia. Demoré
como hora y media arreglarme el cabello, tanto así que miré hacia el reloj y
eran las ocho y media, sentía la música proveniente de la fiesta. Ya casi a las
nueve bajé. Y al pie de las escaleras estaban los tortolitos agarrados de la
mano.
-Te ves linda
hermanita-
-Gracias feo- y Sophia se rió bajito
-Hey!- Me dijo y
luego se dirigió a Sophia –Y tú no te rías- le dio un piquito.
-¿Nos vamos?-
-Claro- Y yo
salí primero seguida por este par de tortolitos.
Caminamos hasta
la casa de Bill, y yo toque el timbre, en eso un chico con trenzas nos abrió la
puerta, entonces hablé.
-Disculpa, ¿Está
Bill?-
-Claro, pasen- Y
le hicimos caso al sujeto. Había mucha gente y el volumen de la música estaba a
full por lo que debíamos de gritar- ¡Bill!-
Y de la nada
apareció Bill.
-Hola (Tn)- Y
nos saludamos con un beso en la mejilla.
-Te presento a
mi hermano y a mi cuñadita- Vi como Sophia se sonrojó.
-Hola – Dijo con
una sonrisa encantadora. –Y este tonto es mi hermano Tom- Señalo al tipo de
trenzas.
Después de
presentarnos entre todos nosotros y de que Tom le sacara en cara la diferencia
de edad, nos sentamos en unos muebles. La mayoría estaba bailando y tomando
alcohol. Yo detesto el alcohol así que solo bebía agua y creó que Sophia
también. Leo si estaba tomando junto a Tom. Bill había desaparecido hace unos
minutos. Le pregunté a Tom dónde quedaba
el baño y me mando a la segunda planta de la casa.
Subí las
escaleras y caminé por el pasillo que me dijo Tom, pero veo una luz proveniente
de una habitación con la puerta abierta, la curiosidad estaba matándome así que
me acerqué un poco y a pesar del ruido que había por toda la casa logré
escuchar un llanto, esperen… ¿Un llanto?
Era el llanto de
un bebé, así que me acerqué más a la puerta y logró ver a Bill, así que decidí
hablar.
-Hola- Y él
volteó inmediatamente hacia mí- ¿Es tu hija?
-¿Ella?- Suspiró
-¿Cómo llegaste a parar aquí?-
-Quería ir al
baño pero la curiosidad me mato al ver la única habitación con la luz
prendida-
-Pasa- Y le hice
caso para luego ver a la pequeña.
-¿Puedo?- Le
dije para poder cargarla.
-Claro- Y paso a
la bebe por mi regazo y yo me senté en un mueble que había en la habitación
-¿Cómo se
llama?- Pregunté curiosa.
-Dafne-
-Lindo nombre-
Miré a la pequeña y ella a mí.
-Lo sé- Dijo
mirando a la bebe con una sonrisa de oreja a oreja.
Esperamos hasta
que se quedó dormida y luego la acosté en su cuna.
-(Tn)… -
-Dime- Dije casi
susurrando para que la bebe no se despertara.
-¿Podemos hablar
en otro lugar?- Dijo tímido.
-Claro ¿Dónde?-
-En el jardín
trasero-
-Vamos- Y me
tomó la mano y me dirigió hacia el jardín. Aun la fiesta no terminaba y creo
que no terminará hasta el amanecer.
Cuando estábamos
ya ahí me llevo hasta una banca que había cerca de su piscina.
-Bien, de qué querías
que hablemos- Le dije mirándolo con algo de nerviosismo. – ¿Es sobre tu hija?-
Hizo una cara de asombro.
-Dafne no es mi
hija-
-¿Ah no?- Todo
esto estaba empezándome a confundir. –Entonces de quién es-
-De Tom- Suspiró
un poco antes de decírmelo.
-¿Y la mamá de
Dafne?-
-La abandonó,
ella era una modelo con la que Tom se metió-
-Pero Tom está
ahí adentro bebiendo como si no tuviera responsabilidad de su hija- estaba
empezando a alterarme.
-Cálmate- Lo
hice. –Tom hizo esta fiesta porque yo se lo pedí- OK no entiendo nada.
-¿Cómo?-Estaba
volviéndome a alterar -Estas diciéndome que esta fiesta no estaba planeada
cuando chocamos -
-Solo quería
pasar tiempo a solas contigo-
-¿Por qué?-
Ojalá no sea lo que estoy pensando.
-Porque quería
conocerte, esa vez que chocamos no tuvimos tiempo. Desde que llegaste a la
mansión llamaste mi atención- Bill se estaba poniendo muy nervioso y yo igual.
-¿Desde el día
que vine a vivir a este país? ¿Acaso estuviste acosándome desde que llegué?- Se
rió.
-No, casualmente
estaba mirando hacia la nada y el sonido de una camioneta llamo mi atención y
luego bajo una bella dama-
-¿Mi mamá?-
-No tontita, tú-
Y tocó mi nariz. –Sabes es muy prematuro para decir esto pero-
Lo interrumpí
-Espera,
nosotros apenas nos conocemos.- Vi en sus ojos un brillo especial.
-Lo sé, por eso
quiero que nos conozcamos-
-Bill…-
-Por favor…- Se
acercó peligrosamente más a mis labios.
-No Bill…- Y me
paré de ahí. –No puedo-
-Pero por qué-
También se paró. – ¿Alguien te hizo daño?- Solo guardé silencio. –Dime quién
fue-
-Prefiero no
hablar de él- Agaché la cabeza. –No vale la pena- Y me di vuelta para entrar a
la casa.
-Espera- Agarro
mi mano e hizo que nuestros labios se juntaran.
Fue un beso que
al principio por lo repentino no reaccioné pero luego le correspondí, fue algo
que después de tanto tiempo no sentía. Aquellas mariposas en mi estómago volvieron
a revolotear de nuevo. Sentía algo por Bill pero no estaba segura si quería
volver a enamorarme y menos sufrir.
Nos dejamos de
besar y juntamos nuestras narices. Yo miraba hacia el piso y él hizo que lo
mirara a los ojos.
-Déjame entrar
en tu corazón-
-No lo sé, he
sufrido mucho-
-Yo jamás te
haré sufrir-
-Prométeme que
nunca lo harás-
-Te lo prometo-
Y yo lo besé. Lo
besé porque había algo dentro de mí que decía “Debes besarlo” “Debes ser feliz”
y si quería ser feliz debía arriesgarme.
Espero les guste y comenten please.
PD: Disculpen la demora.